LA OPINIÓN DEL PERIODISTA CARLOS CANTÓN ZETINA.- Tabasco y Quintana Roo (México)
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11 de septiembre de 2010
INEPTITUD DE ROMÁN QUIAN ALCOCER DAÑA A PLAYA DEL CARMEN
CANCÚN, Q.R., Sábado 11 de Septiembre 2010.
CONSTE!
INEPTO ROMÁN QUIAN
+ Alarmante inseguridad pública en Playa del Carmen, por su culpa
+ Extorsiones, secuestros, asesinatos y pandillerismo ¡impunes!
+ “Narco-municipio” y… un niño de 9 años ejecutado por vándalos
Por CARLOS CANTÓN ZETINA*
carlos_cantonz@hotmail.com
Con un presupuesto de más de dos mil 500 millones de pesos en 2009 y 2010, el ex ejidatario hoy convertido en uno de los nuevos millonarios en dólares –no sólo por la venta de sus parcelas--, Román Quian Alcocer, presidente municipal de Solidaridad (Playa del Carmen), es un discípulo ejemplar del gobernador Félix González Canto en eso de minimizar y no hacer nada respecto a la inseguridad pública, que ya adquirió tintes dramáticos en ese importante destino turístico.
A ciencia y paciencia del alcalde derrochador, Solidaridad se ha convertido en un “narco-municipio”, donde el crimen organizado es el que manda. Igual o peor que Cancún.
El edil, afelixiado, tapa con una manta los muertitos y las drogas y se ufana: “Aquí no pasa nada”. Y contra los delincuentes da palos de ciego e incurre en el fácil expediente de exigirle a la ciudadanía que formule sus denuncias ante la autoridad (o sea, él), porque de lo contrario “no podemos actuar”.
Pero ¿cómo van a querellarse empresarios y gente común, si no confían en la Policía Municipal ni en el Ministerio Público también al servicio del edil?. ¿Cómo es posible que los exhorte a… arriesgar sus vidas?. Don Román es un gran demagogo, cuya bandera hoy es el estúpido eslogan de “La cultura de la denuncia”.
Y, claro, si la gente no se queja, el edil no tiene por qué investigar. Si el pueblo quiere ayuda, dice, “que hablen a los números telefónicos 066 y 089”. Tal es su equívoca concepción de gobernar.
Sólo por el delito de extorsión, principalmente a empresarios de Playa del Carmen, hay entre 10 y 13 denuncias ¡a la semana!, como acaba de informar el Ministerio Público. Mientras que Quian Alcocer afirmaba todo lo contrario: que “son mínimas las denuncias” y que ni las cifras tenía. Lo mismo ha dicho acerca de la existencia de pandillas juveniles que --ante la falta de autoridad-- se han adueñado de la zona y consuman tropelía y media, como el asesinato de un niño de 9 años, a fines de agosto pasado; un brutal caso que el alcalde no consideró de importancia.
Al mal gobierno del nuevo millonario hay que atribuirle el deterioro de la imagen de Playa del Carmen --de toda la Riviera Maya-- en Europa y Estados Unidos, con sus secuelas de reducción del número de viajeros extranjeros y de desempleo. Aún así presume públicamente tener “amarrado” el puesto de secretario de Turismo, cuando asuma el poder Roberto Borge Angulo, en abril próximo.
¿Y qué hace el edil para recomponer la imagen turística?. Mandar ¡a China! –el país asiático-- a restauranteros para que lleven muestras gastronómicas de la localidad. Y el ayuntamiento, el pueblo, les pagará los boletos de avión y hospedaje. Todo un dineral… y los chinos ni vienen para acá. Nunca dirá Quian Alcocer cuánto “invirtió” en esa mafufada.
Una total opacidad en el manejo de los recursos públicos, de los que no ha rendido cuentas claras (al más puro estilo felixiano) distingue su gestión que, como ocurre en el gobierno estatal, destina un raquítico presupuesto a la seguridad pública. Prefiere gastar en publicidad, en pagarle sumas millonarias a los medios informativos para que “cuiden su imagen personal”, que combatir a la delincuencia.
Igual que su jefe virreinal, Quian Alcocer ha tolerado la presencia de carteles de la droga en Playa del Carmen (“Los Zetas” por ejemplo) que son dueños de la plaza, como de la de Cancún. Ejecuciones, “levantones”, secuestros, extorsiones y otros delitos cometidos por sicarios del crimen organizado tornaron en infierno el paraíso. Hay un ambiente de miedo que, sin embargo, no se refleja cabalmente en el número de denuncias ante la autoridad. Pero sí en el cierre de negocios y huída --incluso al extranjero-- de muchos de sus dueños.
Los empresarios lo han admitido, y la ciudadanía lo dice: no acuden a presentar sus querellas por temor a represalias. Peor aún, porque consideran que la policía municipal está coludida con los delincuentes.
Dos recientes casos, sólo dos, dan una idea del clima de inseguridad que prevalece en el municipio: el asesinato contra la turista alemana Carolin Brust, degollada en su casa de Puerto Aventuras, y la muerte de un niño de 9 años a manos de una de las muchas pandillas delictivas que se han apoderado de Solidaridad.
El de Quian Alcocer ha sido un gobierno corrupto e incapaz de proteger la vida y el patrimonio de los solidaridenses. Y quizá porque tiene la cola muy larga, el edil priísta --correligionario de don Félix— aceptó sin chistar que no lo dejaran imponer a su delfín Mauricio Góngora, su Tesorero, como sucesor. Habría negociado con el gobernador y con Borge Angulo patente de impunidad (es decir, que los diputados aprueben sus cuentas públicas y no sea remitido a prisión) a cambio de no hacer bronca por el “dedazo” a favor del filibustero Filiberto Martínez Méndez, a quien González Canto hizo alcalde tras otra oscura negociación, esta vez con el diputado federal Carlos Joaquín González. Lacayunamente, Román no tuvo el valor de protestar por la fea forma en que el gobernador y algunos aliados eliminaron de la contienda electoral al personaje más popular: Marciano “Chano” Toledo Sánchez. (Le hicieron lo mismo que a Greg).
Es tan inseguro Playa del Carmen para el turismo extranjero, que el pasado 26 de agosto integrantes del Comité del Cuerpo Consular se reunieron de emergencia con el presidente municipal. No se informó oficialmente pero trascendió que sobre todo el cónsul honorario de Alemania, Bittorf Rudolf, le expresó la preocupación de varios países por el recrudecimiento de la violencia en Solidaridad. Por eso le propuso instalar en ese municipio una “Casa Consular” que auxiliará a los turistas foráneos “en los servicios que requieran” --como dijo el diplomático--; se infiere que el Ayuntamiento no lo hace. Pidió “reforzar las acciones” en materia de seguridad pública.
El 31 de agosto, Novedades de Quintana Roo publicó lo que realmente acontece en Playa del Carmen: un líder empresarial admitió que “no duda que la delincuencia organizada se entronizó aquí”. Refleja lo que negociantes y trabajadores de la zona turística refieren acerca de los cobros que los narcos hacen al sector, “pero todos piden el anonimato por temor a represalias”. Añade el diario: “Pero el fenómeno existe. Más de uno sabe de algún caso de pago de cuotas o simplemente de llamadas de extorsión fallidas. En el Ministerio Público de la Riviera Maya se tienen registrados muchos casos. El encargado de la oficina, Leonardo Carrasco Rodríguez, considera que las extorsiones se han agudizado desde el segundo semestre del año anterior y los primeros meses de este año. Declaró el funcionario que en promedio son entre 10 y 13 denuncias por extorsión que se presentan cada semana, de las que se han levantado actas circunstanciadas”.
Carrasco Rodríguez desnudó más al alcalde mentiroso: “En un año estamos hablando que se han presentado entre 520 y 676 denuncias por extorsión a medianos y grandes empresarios (…) y no se tiene el dato de cuántas se hicieron a los bares o algún otro giro empresarial (…) por eso, al menos 7 u 8 empresarios han cerrado sus negocios y se han ido no sólo del estado sino del país”.
El primer y único reporte que dio a conocer en febrero pasado el Comité Empresarial Turístico respecto a la campaña “Denunciar es por Nosotros”, que arrancó a fines del año pasado, establece que se formularon 168 denuncias anónimas al 089 de octubre de 2009 a la segunda quincena de febrero de 2010. De esas llamadas, 100 fueron denuncias de víctimas de extorsiones. Hace tres meses, la Canirac (restauranteros) reveló que 70 de sus agremiados estaban siendo extorsionados. ¡Nada hizo el ayuntamiento de Solidaridad!.
El secretario del ayuntamiento, Rafael Castro Castro, está peor que su jefe el ex ejidatario: declaró que “se tiene conocimiento de extorsiones que se transmiten de boca en boca, el tema sale a la luz en pláticas de café que no tienen ninguna validez”. Y que desconoce si de todas ellas se han presentado las denuncias ante el Ministerio Público.
Basta hacer un recorrido por la famosa Quinta Avenida de Playa del Carmen para enterarse del clima de terror que hay entre propietarios de restaurantes, bares, discotecas y comercios en general, incluso tiendas de abarrotes. Nadie habla de la existencia y fechorías de “Los Zetas”… pero todos saben que son reales y que a todos les cobran su “cuota” semanal o quincenalmente. ¿Cuánto? Según el sapo es la pedrada. Algunos pagan hasta 50 mil pesos.
(Oficialmente existen 411 establecimientos que venden alcohol: bares, discotecas y cantinas).
Aunque no públicamente, empresarios playenses dicen que, para cometer sus extorsiones, los delincuentes se apoyan en corruptos notarios públicos. Así hacen legal la entrega de automóviles y bienes producto de sus fechorías. Tales notarios “tienen listos los documentos de cesión de vehículos y propiedades, para que cuando un comerciante es víctima de secuestro express firme los papeles y después no pueda reclamar sus bienes”.
Esos empresarios aseguran también que tienen temor “porque no sabemos si el enemigo está en casa”, en alusión a la extrema corrupción en la policía de Román Quian. Añaden que todo mundo sabe --excepto el alcalde-- que es alarmante el incremento de ese tipo de delitos “en este año”, y que muchos han preferido cerrar sus negocios ante el riesgo de que los extorsionadores cumplan su palabra de secuestrarlos o atentar contra sus familias.
Mientras, el alcalde hace como el “Tío Lolo”. El pasado 1 de septiembre, luego del acto de narco-terrorismo contra un bar en Cancún --hubo 8 muertos-- y saberse que fue porque el dueño se negó a ser extorsionado por “Los Zetas”, el edil dijo que ni idea tenía de cuántos casos (de extorsión) se han presentado en Playa del Carmen. Pero, eso sí, empezó con su cantaleta de pedirle a los empresarios que “denuncien”. Exhorto que luego extendió a la sociedad en general.
Dos días antes, el procurador de “Injusticia” del estado, Francisco Alor Quezada, admitió que se han incrementado las llamadas por extorsión en todo el estado. Pero de que de 100, sólo el 3% se refleja en denuncias formales ante el Ministerio Público. (Durante el primer semestre de este año se registraron 992 llamadas, contra 714 en el mismo periodo de 2009, lo que representa un aumento del 33.9%).
Y los secuestros en Solidaridad son una realidad. El 24 de mayo la prensa estatal informó que se perpetraron tres en menos de ocho días. Uno de los plagiados: Sergio Martínez Viveros, de 18 años de edad, integrante de la influyente familia que administra el Colegio Mayaland. Sus captores exigieron el pago de 300 mil pesos.
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NIÑO ASESINADO Y PANDILLAS… A fines de agosto pasado, un menor de 9 años de edad fue brutalmente golpeado por pandilleros en Playa del Carmen, en plena calle. Primero fue internado en una clínica de esa localidad pero debido a su gravedad fue llevado el viernes 27 a Cancún donde falleció al día siguiente en el Hospital General “Jesús Kumate”, a consecuencia de una hemorragia interna por la paliza recibida. Ya estaba enfermo de los riñones. El director del nosocomio, Narciso Pérez Bravo, reveló que allí se ha atendido a muchos otros niños igualmente atacados en Solidaridad, a golpes, puñaladas y hasta balazos. “Es lamentable y muy frecuente la violencia de las pandillas”, dijo. Contradiciendo a su patrón Román Quian Alcocer, su director de Seguridad Pública, Rodolfo del Ángel Campos, reveló el lunes 6 de septiembre que el problema es muy serio: cada mes son detenidos 200 menores de edad por pandillerismo y lesiones en la vía pública. “Ellos pertenecen a 12 bandas que se tienen identificadas”, dijo. Y dio nombres de algunas: “Mexicanos locos”, “Los Cholos”, “La Banda de la 28” y “Los Pelones”. A su vez, la diputada local Luz María Beristáin Navarrete dijo desde el 31 de agosto que es grave el incremento de pandillas en Playa del Carmen y en Cancún, y pidió a los alcaldes que “no sigan ocultando la proliferación de estos vándalos, que cada vez son más violentos” y están ligados al narcotráfico.
¿Y qué dijo Quian Alcocer el 30 de agosto?... “No tenemos datos que indiquen que haya sido un hecho en las calles con motivo de alguna riña. No sabemos si fueron pandilleros. Hay muchas hipótesis al respecto (…) Por eso, la familia del menor debe presentar la denuncia, para que la autoridad pueda hacer las investigaciones y saber qué es lo que sucedió”.
O sea, sigue con su jalada de la “Cultura de la Denuncia” que deben tener los ciudadanos. Mientras no la tengan, ¡que sigan los crímenes!.
Insensibilidad absoluta, irresponsabilidad criminal del alcalde. Y de sus corruptelas y afición a las fiestas con “mujeres preciosas”, ya hablaremos después…
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*Carlos Cantón Zetina es un periodista tabasqueño con una vasta trayectoria profesional de 45 años. Fue reportero y Jefe de Información del diario Excélsior y director general de las revistas de circulación nacional Quehacer Político, Polémica y Huellas.
http://carloscantonzetinadice.blogspot.com
http://laverdadseimpone.blogspot.com
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