TRADUCTOR

21 de mayo de 2009

ANDRÉS GRANIER, "DICTADORZUELO"




GRANIER, EN EL CLAN DE LOS PEORES CACIQUES



Carlos Cantón Zetina




Publicado: lunes 18 de mayo 2009.



+Igual que Ulises, Mario Marín, Murat
+Corrupción y represión, sus armas
+Cimades, Sáiz Pineda y ¡Fabiancito!

Es el “Dictadorzuelo del Sureste”…
Campeón de la demagogia y la farsa, enfermo de venganza y represión, marcado por el trauma del odio, acusado de represor, corrupto e inepto, Andrés Granier ya forma parte del siniestro clan de priístas junto a Mario Marín -el “Gober Precioso”-, José Murat, Ulises Ruiz, Mario Villanueva, Rubén Figueroa, Pablo Salazar, Víctor Cervera, Patricio Chirinos y otros más cuyos negros historiales han dañado al país. Su similitud es evidente. También su complicidad, a veces.
Ellos son parte de la legión de nefastos caciques de horca y cuchillo, sátrapas sin control, virreyes que hacen sus propias leyes -y sus grandes fortunas- con increíble impunidad en la gran mayoría de los casos.
Son los “dinosaurios” que encarnan a lo peor del viejo PRI y que, torpes para hacer política pero diestros en el abuso del poder, desprestigian a la clase política mexicana y no tienen escrúpulos para atropellar los derechos humanos ni para enriquecerse escandalosamente. Tampoco tienen prejuicio alguno para solapar y hasta alentar las desvergonzadas actitudes de sus vástagos y otros parientes.
Son, en suma, una “hermandad” a la que -otro factor que los une- le importa un comino la democracia y el bienestar de la gente.
Granier, el “Dictadorzuelo del Sureste”, muy alejado de la buena imagen del político tabasqueño Carlos A. Madrazo quien con justa razón fue conocido como “El Ciclón del Sureste”, ha demostrado en dos años y pico el pesado lastre que puede ser para un pueblo su gobernante. Y cómo puede despilfarrarse un altísimo presupuesto como el de Tabasco, de más de 30 mil millones de pesos: lo que tienen, por ejemplo, tres estados juntos en el país.
No hay diferencia entre Granier y “El Gober Precioso”, aquel otro engendro político a quien todo México escuchó con indignación sus conversaciones telefónicas con el pederasta Kamel Nacif. ¡Hablando de “botellas de coñac de importación” cuando en realidad se referían a prostitutas extranjeras!. ¡Hablando de cómo habían reprimido con saña a la escritora Lydia Cacho!...
Tampoco hay distingo entre el “Dictadorzuelo” y su colega de Oaxaca, Ulises Ruiz, acusado de sangrienta represión a maestros, periodistas e indígenas. Su execrable afán de agredir a miembros de la Asamblea Popular de los Pueblos (APPO) ha sido condenado incluso por gobiernos y organizaciones extranjeras.
Y ahí sigue, intocable, dueño del poder, ese trío de “mandatarios” estatales.
Idéntico manto de impunidad ha cubierto al ex gobernador oaxaqueño José Murat, el mismo que, para ocultar sus excesos etílicos y amorosos, fue capaz de inventar un “atentado” en su contra el 18 de marzo de 2004. El mismo que fue acusado de la matanza de 28 campesinos ocurrida en Santiago Xochiltepec el 3 de junio de 2002. No hubo poder humano que lo quitara de la silla gubernamental, como tampoco a Mario Marín en Puebla y a Ulises Ruiz en Oaxaca.
Y qué decir del quintanarroense Mario Villanueva Madrid -acusado de tener nexos con el narcotráfico y hoy preso-, del guerrerense Rubén Figueroa -tan nefasto el padre como el hijo-, del chiapaneco Pablo Salazar, del yucateco Cervera Pacheco y del veracruzano Chirinos. Todos, “dueños de vidas y haciendas”, como se les denominaba a los caciques antes y después de la Revolución.




GRANIER, CADENA DE ILÍCITOS



Si algo ha caracterizado al malhadado gobernador de Tabasco, es la corrupción. Y, como consecuencia, su ilegal protección a su antecesor, Manuel Andrade Díaz, pagándole así el favor de haber puesto los recursos y la fuerza del estado para hacerlo gobernador.
Pero también “distingue” a Granier su enfermizo afán de agredir, perseguir, encarcelar o desterrar a todo aquel que disiente o se atreve a criticar sus tropelías y garrafales yerros. Es el caso, hoy, del diputado local Oscar Cantón Zetina, a quien el gobernador y su “cerebro del mal”, Humberto Mayans, intentan desaforar en castigo a su actitud valiente en defensa de los tabasqueños.
Aquí resumiremos los casos más escandalosos, que son muchos en tan poco tiempo.
Con su “cerebro del mal” Humberto Mayans -el poder tras el trono-, el “Dictadorzuelo del Sureste” se ha ensañado particularmente con los representantes de los partidos políticos de oposición, PRD y PAN. Especialmente para ellos tiene Mayans un enorme y sofisticado equipo de espionaje. Contra ellos, la premisa parece ser “Plata o cárcel”, así como los capos del narcotráfico acuñaron la frase de “Plomo o plata” (dinero o muerte).
Hay disidentes a quienes Granier, vía Mayans, ha comprado. Su gobierno “debutó” en diciembre de 2006 con la “adquisición” de dos indignos diputados locales del PRD: José David Ascencio Arellano y Rocelia López. Luego, una más: Delia María Montejo.
Y en septiembre de 2007 la legisladora panista Karina González Balcázar sucumbió ante los “cañonazos” de 10 millones de pesos que Mayans se encargó de pagarle a cada uno de los traidores. Así logró el “Dictadorzuelo” conformar una mayoría artificial del PRI en el Congreso local. ¡Una vergüenza para Tabasco y un atropello a la voluntad popular!. La democracia había llegado a la Cámara de Diputados por decisión de los tabasqueños, pero Granier la destrozó.
En cuestión de corrupción policiaca, destaca el intento de asesinato contra el general Francisco Fernández Solís, Secretario de Seguridad Pública (SSP) de Tabasco, perpetrado el 6 de marzo de 2007 a las puertas del hotel Calinda Viva -propiedad del muy amigo del gobernador, Ignacio Cobo-. Diez días después se detuvo al autor intelectual: el hampón Juan Cano Torres, quien con el gobernador Manuel Andrade ocupó el mismo cargo que tenía el general.
Jefe de “La Hermandad”, el poderoso grupo que controlaba la corporación policiaca y que la utilizó para enriquecerse, Cano Torres fue el mismo que en la campaña electoral para gobernador, en octubre de 2006, reprimió violentamente a militantes del PRD. Y, con todo y eso, cuando Granier se hizo del poder, lo incorporó a su administración.




CIMADES, OLLA DE CORRUPCIÓN



En agosto de 2007 estalló otro escándalo, también ligado a la corrupción. La asociación civil “Santo Tomás” puso al descubierto un desvío de 3 mil millones de pesos en la Comisión Interinstitucional para el Medio Ambiente y el Desarrollo Social (Cimades), supuestamente creada para atender los reclamos de las comunidades dañadas por la actividad petrolera.
Durante los doce años anteriores, Pemex dio una millonada al gobierno de Tabasco, a través de Cimades, pero casi todos los recursos se los embolsaron Roberto Madrazo y Manuel Andrade, pero también el “Dictadorzuelo”. Con su mayoría priísta artificial, el Congreso se negó a revisar los recursos aportados por la paraestatal al menos durante 2004, 2005 y 2006, los tres últimos años de la gestión andradista.
Creció el repudio popular, se exigía que Andrade rindiera cuentas ante la justicia. Pero su “ahijado” Granier lo exoneró de antemano. ¡Otra vez el pago de facturas!. ¡Otra vez la impunidad!.
Tampoco hubo castigo para los ex directores de Cimades (Juan Molina Becerra, Carlos Manuel Rovirosa, Fernando Peralta Juárez, Gustavo de la Torre Zurita, Sergio Herrera y Silvia Wizar). Y es que todos, sin excepción, figuraban como “colaboradores” de Granier, ya en el gobierno, ya en la CNC y en la CNOP.




LOS MILLONES DE SÁIZ PINEDA



En octubre de 2007 fue la devastadora inundación en Tabasco, y se convirtió en botín para el gobernador y otros funcionarios. Llegó una millonada como ayuda de México y del extranjero, y Granier no aceptó rendir cuentas, como lo exigió, entre otros opositores, el diputado Cantón Zetina.
Mucho dinero, también del gobierno del Presidente Calderón, que se embolsaron los funcionarios.
Y, ¡el colmo!: cuando aún miles de familias tabasqueñas padecían los estragos de la anegación, una avioneta fue asegurada por la PGR en la ciudad de Mérida. Un pasajero llevaba 8 millones de pesos en efectivo que, dijo, pertenecían a José Manuel Sáiz Pineda, el secretario de Administración y Finanzas del gobierno de Tabasco.
El diario Por Esto! informó que Sáiz Pineda “realizó negocios en Mérida como la compra de un terreno por 20 millones de pesos. Todo, en plena inundación…
Desde luego, Granier no permitió que la justicia tocara a su colaborador, cuyo único mérito para ocupar el cargo es que es sobrino de Carlos Pineda Calcáneo, “El Pelón”, quien a su vez es socio del hotelero Ignacio Cobo y las hermanas Gina y Graciela Trujillo.
La exigencia de la oposición, sobre todo PRD, de que Sáiz fuese castigado, le valió un comino al “Dictadorzuelo”. Eso, a pesar de que poco después, el 7 de diciembre de 2007, la diputada perredista local Casilda Ruiz Agustín acusó al secretario de Finanzas de tráfico de influencias, “porque es socio de la empresa Patrimonium Asesores Integrales, la cual figura en el padrón de proveedores de esa dependencia estatal”.




FABIÁN, EL JÚNIOR AMBICIOSO



En marzo del año pasado, el diputado federal Rafael Elías Sánchez Cabrales, del PRD, hizo estallar otro escándalo, otro caso de corrupción de Granier, a quien inútilmente la oposición exigió someterlo a juicio político.
El personaje central de esta nueva tropelía fue el júnior Fabiancito Granier Calles, “el hijo de papá”.
El legislador mostró fotografías del “avión del amor”, como se le denominó a la aeronave rentada por el gobierno del estado -una avioneta tipo Cessna-, que la novia de Fabián, Fabiola Castro, “presumió” en el club de amigos Facebook, en internet. La pareja amorosa, con amigos y amigas, viajaban lo mismo a Cancún que a Guadalajara y Monterrey. Derrochando el dinero del pueblo.
El “Dictadorzuelo”, farsante como siempre, negó un hecho que era innegable.
Pero más aún: ha permitido que Fabiancito juegue a que es político, y sin nombramiento oficial maneja las Casas de Gobierno -“mapacheras” del PRI y de Granier- en los 17 municipios del estado. Y realiza “gestiones sociales” con recursos de la Unidad de Atención Social del Estado (Únase), una dependencia gubernamental que se supone es para ayudar a la gente pobre.
Con toda razón, en marzo de 2007, la diputada perredista Casilda Ruiz declaró: “Granier es una persona con doble cara. ¡Es un farsante!...La participación de su hijo Fabián, con el disfraz de ‘facilitador social' demuestra que Granier no es el demócrata que dice ser… beneficia a sus familiares con el presupuesto público, y al mismo tiempo impulsa la carrera 'política' de su hijo. Creo que lo quiere hacer diputado”.
Pero ha habido muchos más escándalos en la época granierista. ¡Puro lodazal! Y la burla permanente a los tabasqueños: los “apapacha” pero nada hace por ellos, excepto quitarles su dinero.


Es el Gran Simulador que nunca debió llegar a ser gobernador.